viernes, 20 de noviembre de 2009

LITERATURA Y EROTISMO

PELIRROJA



Al verte dormida en mi sillón, verte desnuda, tu pelo recorría tu rostro, tu único abrigo era esa especie de maraña rojiza. Tuve una erección...solo al mirarte descubrí un fuego en mi interior. Todo lo que deseaba era poseerte. Dormida como estabas ...... empecé a besar tus pechos, después mi lengua empezó a recorrer cada milímetro de tu perímetro. Tras unos gemidos abristeis los ojos. Me miraste y volvisteis a gemir. Seguí mi camino directo al paraíso, una vez allí introduje mi lengua en la humedad de tu deseo. Allí empecé con unos movimientos lentos, tu clítoris salio a mi recibimiento. Fue glorioso el encuentro. Tras unos minutos inicie a acelerar los movimientos. Tus músculos empezaron a contraerse y poco a poco llegasteis al clímax. Mientras tu cabello rojo se perdía entre tus gestos..... Después....empecé a despertar.

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